Madrid, 2 de diciembre de 2015. La FUNDACIÓN CEA reunió este martes a juristas y expertos en Responsabilidad Social Corporativa para analizar cuáles son los desafíos a los que se enfrentan las instituciones ante situaciones de crisis, el control de la comunicación y el liderazgo, tras el castigo social impuesto ante el caso de fraude de las emisiones de Volkswagen y cómo este tipo de situaciones afectan la reputación corporativa empresarial.
El acto fue presentado por Rafael Fernández-Chillón, presidente de la Fundación CEA, y contó con la participación de José Manuel Maza, Magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Pilar Gómez-Acebo, Presidenta de Honor de la Federación Española de Mujeres Directivas y Empresarias, Emiliano Moreno, profesor honorífico de la Universidad de Alcalá de Henares, y el director de la Fundación CEA, Fernando González Iturbe.
El debate comenzó con la exposición de la Presidenta de Honor de la Federación Española de Mujeres Directivas y Empresarias, Pilar Gómez- Acebo, quien señaló que frente al fraude realizado por Volkswagen somos todos responsables y es necesario buscar soluciones más que culpables: “El problema de la corrupción es la impunidad y la maldad triunfa gracias al silencio de las buenas personas”.
Según su opinión, “las causas de este tipo de situaciones hay que buscarlas en el comportamiento concreto de las personas. Somos seres humanos y nos dejamos llevar por este tipo de actos y cerramos los ojos”. Dijo además que es necesario incluir en la educación de las personas la formación humanista para que exista una real transformación del mundo personal. “Existe un egoísmo enfermizo; en el momento en que la persona no ha crecido caerá en la trampa de cualquier interés financiero y comercial, por lo que es necesario poner el foco en el comportamiento y en el desarrollo interno del ser humano”. Recalcó que “no por callar o mantener un empleo dejaremos una herencia a los que vienen detrás. Todos somos partícipes de esta situación, de un titular de corrupción o falta de ética. Nunca nos han trabajado como personas y por eso no hemos puesto freno a estas situaciones”
“Existe un divorcio entre la empresa y la sociedad”
El profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Emiliano Moreno abrió el debate enfatizando que el management en las empresas busca el corto plazo y de manera dramática. “Pensar que un comportamiento irresponsable no se va a saber es un descaro terrible. ¿Cómo una empresa puede hacer eso? Existe un divorcio entre la gestión y el peaje social que se paga. Cuando una empresa crece automáticamente se produce un divorcio entre la empresa y la sociedad, es decir, a la empresa le da igual lo que piensa la gente”
Para Moreno, uno de los principales desafíos es la responsabilidad social que hoy deben tener las empresas. “Los directivos no saben que ser un excelente profesional es ser ético y responsable, y no entienden que la responsabilidad social es muy beneficiosa e importante para la reputación ya que construirla cuesta mucho, pero destruirla es muy fácil y no se han dado cuenta”.
Moreno destacó además el papel que cumplen los consumidores con este tipo de fraudes cometidos. “Hoy tenemos una responsabilidad como consumidores. La sociedad tiene que aprender a castigar por aquel mecanismo que es dejar de comprar. Por eso es importante la comunicación. Llegar a involucrar a los consumidores con tus actitudes, ya que si ellos no saben lo que hacen las empresas pueden estar comprando algo que al final está sirviendo para otro tipo de financiamiento”.
Los jueces tienen la posibilidad de castigar a las personas jurídicas
Durante la mesa redonda, el Magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, José Manuel Maza también se refirió al caso Volkswagen destacando el tratamiento penal que pueden tener este tipo de conductas. “desde 2010 tenemos la posibilidad de castigar a las personas jurídicas, lo que responde a la filosofía que debe imperar: la ética no sólo en las personas sino la ética empresarial, dentro de lo que se ha denominado la cultura de la empresa”.
Según el Magistrado, “hoy tenemos dos tipos de culturas a nivel empresarial: las que tienen fidelidad a la norma, al derecho. Las empresas serias y responsables. Y otras que no son fieles al derecho. Es ahí donde interviene el derecho penal en el sentido de que no sólo paguen las personas físicas que cometen los delitos sino también las personas jurídicas que tienen este tipo de comportamientos. Y así se construye este nuevo sistema de responsabilidad penal.”, puntualizó.
José Manuel Maza señaló además que este nuevo sistema de responsabilidad penal tiene dos objetivos: conseguir que las personas jurídicas actúen como policías respecto de su personal y la posibilidad que pueden tener las autoridades respectivas de hacer alianzas con las empresas para que colaboren en descubrir e identificar a los responsables de esos delitos”. Según, Maza “El inconveniente que hoy tenemos con este tipo de delitos es que tiene gravísimos problemas de investigación. Con este sistema, las empresas, ante la amenaza del castigo jurídico, pueden colaborar con la administración para que no se comprometa su prestigio reputacional”.
El Magistrado afirmó que se vuelve a la finalidad del derecho penal. “Si antes se pensaba que las personas físicas o los autores del delito podían quedar libres y en una situación de impunidad, hoy es todo lo contrario. Con esta modalidad se cumple algo mejor: su propia empresa los va a castigar y los va a delatar”.
Finalmente, José Manuel Maza dijo que “en el fondo el ser humano es materialista y ambicioso. Este tipo de delitos giran en torno a las ambiciones del ser humano. Es por eso es necesario poner frenos a eso”, puntualizó.
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