Por fin ha llegado el Mazda CX–5. Se trata del modelo más vendido en España y Europa y se presenta como uno de los principales pilares de la marca, y uno de los mejores vehículos en el segmento SUV.
El CX–5 es el todocamino compacto de la marca japonesa, y respecto al modelo anterior renueva en aspectos como la mecánica y el equipamiento.
En cuanto al diseño exterior tiene unas medidas de 4,55 metros de longitud, 1,84 metros de anchura y 1,68 metros de altura. La filosofía de diseño KODO tiene como resultado unas líneas afiladas y agresivas, robustas y refinadas, además de modernas. Destacan elementos como la parrilla delantera con formas poligonales y los afilados faros delanteros con iluminación LED.
En cuanto al diseño interior el nuevo CX–5 no presenta cambios drásticos, sino que Mazda ha apostado por renovarlo con pequeños pero numerosos cambios. Llama la atención el rediseño de la consola central que ahora alberga una pantalla de 7 pulgadas. El interior de este nuevo modelo transfiere una imagen de calidad general con un diseño más moderno y mejores acabados. Las puertas tienen mayores superficies acolchadas y en las plazas traseras hay algo más de espacio para las piernas, así como altura hasta el techo, además de poder inclinar los respaldos para una mayor comodidad. Por su parte, el volumen del maletero es de 477 litros, y el portón puede tener accionamiento eléctrico.
En cuanto a tecnología y conectividad a bordo, el nuevo Mazda CX–5 viene cargado de novedades tanto en elementos de seguridad como de conectividad y entretenimiento.
Bajo el nombre “i-ACTIVENSE” hay una larga lista de sistemas de asistencia a la conducción como el control de crucero adaptativo con función Stop & Go, faros LED adaptativos, así como un nuevo sistema de asistencia a la frenada en ciudad que incorpora una cámara de visión delantera y el sistema de reconocimiento de señales de tráfico.
Por si se quedaba corto, el nuevo CX – 5 también puede equiparse con el sistema de mantenimiento en el carril, control de ángulo muerto, alerta de tráfico trasero o detector de fatiga en el conductor, entre otras novedades.
En cuanto a la conectividad, con el MZD Connect, podremos conectar nuestro smartphone al vehículo por cable USB o por Bluetooth. Además, cuenta con servicios conectados (opcionales y requieren conectividad WiFi) que junto al sistema de navegación permiten acceder en tiempo real a las actualizaciones de tráfico, la información meteorológica, o incluso, el precio del combustible en las estaciones de servicio.
Por último, la gama de motores del SUV de Mazda está compuesta por dos motores diésel 2.2 Skyactiv-D de 150 y 175 CV y uno de gasolina 2.0 Skyactiv-G de 165 CV y un consumo entre 4,6 y 7,2 l/100 km dependiendo del modelo. Aunque son los mismos que en el modelo de 2015, Mazda ha introducido tres tecnologías novedosas en los motores diésel. Estas son “High-Precision Boost Control”, “Natural Sound Frequency Control” y “Natural Sound Smoother”.
La primera de las anteriores optimiza el sistema de gestión de la sobrealimentación y la inyección para conseguir una respuesta más inmediata cuando aceleramos. La segunda, reduce parte de las vibraciones del motor mediante la variación del momento de inyección. Por último, la tecnología Natural Sound Smoother contrarresta las vibraciones de los propulsores diésel gracias a una pieza metálica colocada en el interior del bulón de la cabeza del pistón.
El cambio de marchas de serie es manual de seis velocidades, además, hay uno automático también de seis relaciones, y se puede elegir con tracción delantera o a las cuatro ruedas.
Rosa M García Álvarez – Directora de Comunicación CEA