Los meses de verano son clave para los desplazamientos por carretera y con las altas temperaturas es aconsejable adoptar precauciones complementarias al volante ya que pueden resultar peligrosas cuando circulamos en coche, ya que, al conductor puede alterarle la capacidad en la conducción, causar fatiga, producir agresividad, tensión o nerviosismo y a nuestro vehículo causarle graves daños.