El uso de gafas de sol al conducir no es solo una cuestión de comodidad, sino también de seguridad. Los rayos solares pueden impedir la visión clara de la carretera, lo que representa un riesgo considerable para el conductor y para los demás usuarios de la vía. Por esta razón, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido una normativa específica sobre las gafas de sol que pueden utilizarse al volante, y ha definido sanciones para aquellos que no cumplan con estas regulaciones.