Una turboglorieta es una intersección especial diseñada para agilizar el tráfico un 35% más que una glorieta convencional. Exportada de los Países Bajos, la turboglorieta reduce la siniestralidad, evita la congestión y se rige por normas similares a las rotondas a las que están acostumbrados los conductores españoles.
En la turboglorieta, los vehículos que circulan por el carril interior tienen prioridad sobre aquellos que pretenden acceder. Se distingue de las rotondas al uso, en que en cada carril el tráfico puede tomar una salida diferente. Por lo que el vehículo que circula por el carril externo tiene prohibida cubrir el trayecto completo de la rotonda.
En una turboglorieta en conductor que circula por el carril externo sólo puede girar a la derecha o seguir de frente. No sucede lo mismo con el que lo hace por el interior, el cual puede seguir recto, girar a la izquierda o hacer un cambio de sentido. Los carriles están señalizados con marcas viales y son fundamentales para que el conductor no cometa infracciones.
"Las turborrotondas son más sencillas, hay menos toma de decisiones, la circulación es más ágil y tienen mayor capacidad. Además, al eliminar los cambios de carril en la circulación interior, se reducen los puntos de conflicto”, señala Carlos Suárez, uno de los ingenieros encargados de llevar adelante el proyecto y crear las nuevas turboglorietas en España.
Ciudades como Vigo, Oviedo y Santander ya han recurrido a este sistema innovador de glorietas para mejorar el tráfico en la ciudad. Con ello han conseguido eliminar puntos conflictivos en sus calles, se han beneficiado en fluidez, y seguridad vial, y han reducido en número de accidentes, han explicado sus responsables.
Rosa M García Álvarez – Directora Comunicación CEA