Con la llegada de las vacaciones llegan también los viajes en familia. Muchos son los que se lanzan a la carretera para realizar un viaje largo acompañado de los más pequeños y eso no siempre resulta fácil ni cómodo. Por eso es necesario seguir una serie de consejos para evitar que los niños se sientan molestos y se quejen, provocando un malestar en la conducción.
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Siempre debemos planificar nuestro viaje para escoger las mejores rutas y realizar todas las paradas necesarias para que los más pequeños no se cansen o se irriten durante el viaje. Ya que ello podría provocar que perdamos la concentración en la carretera al intentar calmar al niño. -
Siempre debe primar la seguridad en los viajes, más aún cuando vamos con niños. Por ello, es imprescindible disponer de un correcto sistema de retención infantil que se corresponda con la edad, altura y peso de los niños.
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Es importante no comer en exceso ni alimentos con muchas grasas antes de iniciar un viaje. Más aun en los niños que pueden marearse e incrementar el estrés en el interior del coche. Lo mejor es optar por unos alimentos de fácil digestión y llevar botellas de agua para mantenerse hidratado en todo momento.
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Hay que tener especial atención con la temperatura. Lo cual no solo incluye la temperatura dentro del vehículo si no también la ropa con la que viajamos. En el caso de los niños es más fácil que tiendan a quejarse si están incomodos. Lo mejor es que la temperatura se encuentre entre los 21 y los 23 grados y que la ropa sea transpirable, de algodón y que permita una mayor facilidad de movimientos. Además, es aconsejable llevar chaquetas o mantas para evitar que el niño pase frio.
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Si queremos evitar que los más pequeños se mareen, lo mejor es colocarles en el asiento central trasero para que mantenga la vista en un punto lo más lejano posible. Y en el caso de aparecer síntomas de mareo lo más aconsejable es bajar las ventanillas del coche y recibir un poco de aire.
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Es ideal que el copiloto ayude al conductor lo máximo posible para que este ponga toda su atención en la carretera. Si viajamos con niños, lo mejor es tener pensados algunos juegos para que estén distraídos o también llevar algunos de los juguetes preferidos siempre que no se dejen sueltos en el habitáculo ya que en caso de accidente pueden volverse fatales y golpear a los pasajeros.
Viajar con niños es una tarea pesada que requiere de mucha paciencia y al mismo tiempo de priorizar siempre la atención en la carretera. Por ello, es necesario asumir que el viaje puede volverse más largo, realizando más paradas, o conduciendo con mayor delicadeza para evitar que los niños se alteren, se mareen, o se irriten, ya que ello puede suponer una distracción muy perjudicial para la conducción.
Beatriz Martínez Larrucea - Departamento de Comunicación CEA
