La conducción en moto es una experiencia maravillosa que no te deja indiferente; es una auténtica aventura nada comparable a la conducción de cualquier otro tipo de automóvil.
Conducir una moto exige al motorista una preparación especializada y una constante prudencia: lo más importante es minimizar los riesgos, ya que cualquier error o despiste puede resultar mortal. En 2022, tras la pandemia, los datos de accidentes de tráfico de motoristas ascendieron peligrosamente, sobre todo en la temporada de verano/otoño donde el número de motoristas víctimas en accidentes de tráfico ascendió al 41 % de los casi 800 accidentes que han ocurrido en las carreteras en este año.
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Tanto si te consideras un motorista novato, como todo un veterano sobre dos ruedas en la carretera, desde CEA te invitamos a tomar MUY en cuenta los siguientes consejos para trazar una curva en moto de forma correcta y segura. Presta atención:
Mantenerse humilde
Una de las reglas de oro en la conducción de motos es conducir dentro de las propias capacidades y conocimientos. Cada motorista debe conocer sus posibilidades y hacer las cosas al ritmo que sabe. No pretendas demostrar nada a nadie, ni si quiera a ti mismo. Corres el riesgo de que solo puedas demostrarlo una vez, porque ya no haya vuelta atrás.
Acoplado a la moto
Es clave mantener una posición correcta sobre la moto. Durante la conducción, la postura del motorista debe ser relajada y acoplada a la moto. El cuerpo no excesivamente erguido y las rodillas ceñidas al depósito de combustible, esto permite obtener mayor aerodinamismo. Los codos, ni pegados ni separados del cuerpo, para permitir la movilidad de los brazos.
Mirada al horizonte
Otra de las técnicas de moto fundamentales es dirigir la mirada hacia el punto más lejano de la trayectoria. De esta forma el motorista amplía su campo visual y tiene más tiempo para anticiparse a situaciones de peligro.
Si sigues este consejo te permitirá analizar el tipo de curva y el estado de la calzada, además de poder “dibujar” la trayectoria de la curva: primero mentalmente, después sobre el asfalto. Se recomienda trazar de una vez, y posteriormente corregir en medio de la curva.
Ejecución perfecta
Ante todo, es fundamental respetar en todo momento el límite de velocidad establecido. Cuando llegan las curvas, hay que adaptar la velocidad al tramo. Los motoristas más experimentados aseguran que la aproximación es lo más importante: solo una preparación adecuada permitirá la trazada perfecta. Por tanto, la aproximación a una curva es un momento crítico. Lo más difícil en moto es saber a qué velocidad llegar a cada curva y cuánto inclinar la moto. De esta decisión puede depender una caída.
No apurar
Inclínate, pero no te tumbes. Como motorista, reduce la velocidad frenando y bajando de marcha procurando ocupar la parte exterior de tu carril, así consigues un radio de giro lo más amplio posible.
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En el punto de giro, el más lento de la maniobra, deja de frenar e inclina la moto. Si te ves “obligado a tumbarla”, es que tu velocidad no es adecuada.
Dentro de la curva, abre gas solamente para dosificar la aceleración y mantener la velocidad constante durante toda la trazada.
No te salgas de tu carril
Durante la inclinación debes mantenerte siempre dentro de tu carril. Bajo ningún concepto invadas el lado contrario, ni con tu moto ni con tu cuerpo: un impacto frontal suele tener una escasísima probabilidad de salir con vida.
Ante imprevistos (gravilla suelta, baches u obstáculos), el motorista que mantiene su margen de seguridad puede reaccionar a tiempo ante dichos percances.
Si has realizado una trazada adecuada, la salida de la curva será el momento más cómodo y desahogado del giro, para enderezar la moto y acelerar progresivamente. Hasta la siguiente curva.
Desde CEA te animamos a adoptar la costumbre de prepararte a conciencia y con antelación. Recuerda que la información es poder, cuanto más informado estés – como motorista – más seguro y preparado te sentirás en la carretera.
Viviana Velásquez Scarano - Departamento de Comunicación
