Actualmente, a pesar de tener como promedio un pinchazo cada 75.000 km, el sufrir este tipo de incidente ya no es tan común como antes. La resistencia de los materiales es un factor que ha evolucionado con el paso del tiempo, aun así no deja de suponer un riesgo para todos los que conducimos, por lo que conviene ser precavidos.
Si pretendemos disponer de un buen mantenimiento de nuestro coche, existe un elemento importantísimo que no podemos permitirnos el lujo de olvidarnos: la rueda de repuesto. Según el Reglamento General de Vehículos, tenemos la obligación de contar con una rueda de repuesto – o de uso temporal –, así como un sistema homologado en caso de sufrir un pinchazo en una rueda.
Rueda de repuesto, rueda de uso temporal o kit reparapinchazos
Cada vez más, los fabricantes están apostando por las ruedas de emergencia frente a las ruedas de repuesto tradicionales, ya que estas nuevas resultan más ligeras y ocupan un menor espacio, por lo que el peso y la eficiencia del vehículo mejoran considerablemente.
Podemos diferenciar entre:
• Ruedas galleta: Este tipo de ruedas tienen menor tamaño y más ligereza respecto a las ruedas tradicionales, lo que significa que no se corresponden con las medidas estándares del coche. Al no estar diseñadas para hacer de ellas un uso equivalente a una rueda tradicional, únicamente sirven para resolver una situación de emergencia y que permita desplazarte hasta el taller más cercano. Su velocidad máxima es de 80km/h debido a su menor número de mallas (capas), lo que supone una mayor inestabilidad. Recomendamos conducir con extrema prudencia, evitando montarlas en caso de lluvia o nieve.
• Neumáticos run flat: Ruedas de uso temporal. Una similitud que mantiene con las ruedas galleta es su velocidad: 80km/h. Se trata de un neumático reforzado con una autonomía de hasta 150km. A diferencia de las ruedas galleta, estos neumáticos pueden instalarse sin necesidad de utilizar el gato; disponen de un soporte interior más resistente, un anillo de sujeción para que el neumático no se desprenda de la llanta y un material de refuerzo capaz de soportar las altas temperaturas que genera la fricción de la goma.
Por otro lado, las características de estos neumáticos permiten una conducción más firme, el aumento de vibraciones, así como producir más ruido y brindar menos apoyo (menor flexibilidad).
• Kit reparapinchazos: La mejor opción si tu prioridad es ahorrar en espacio, reducir el peso y optimizar la eficiencia del vehículo. Generalmente incluye una espuma para introducirla en el interior del neumático en caso de pinchazo, no obstante, esta alternativa ofrece algunos inconvenientes.
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Su utilidad se ve limitada en los pinchazos pequeños. Si has tenido un pinchazo grande lo mejor es esperar a la asistencia en carretera.
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Detenerte pasados unos minutos. Se debe comprobar que el neumático no haya perdido presión.
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Los elementos que componen la espuma son muy agresivos, incidiendo en el riesgo de dejar completamente inservible el neumático. Lo que supone tener que comprar otra rueda para sustituirla.
Desde CEA te recomendamos contar con unos neumáticos de calidad con el objetivo de minimizar posibles accidentes de tráfico.
Rosa Mª García Álvarez – Directora de Comunicación CEA