Cada vez es más evidente el cambio de tendencia que se está produciendo en la conciencia social sobre los medios de transporte y la contaminación.
Es por ello por lo que nuevas formas de moverse han ido apareciendo y empiezan a convivir con los ya existentes, como es el caso de los patinetes o las bicicletas electrónicas.
Los ayuntamientos de las grandes ciudades han comenzado a poner en práctica medidas para restringir el tráfico en las zonas centrales y dar preferencia a estos vehículos menos contaminantes en detrimento de los que lo son más con el fin de promover la movilidad sostenible y mejorar la calidad del aire.
Sin embargo, estos nuevos vehículos se encuentran todavía con barreras legales y físicas además de sus limitaciones en cuanto autonomía o seguridad.
Por estos motivos la alternativa más utilizada y por la que mayor número de personas apuesta a día de hoy es, sin duda, la moto.
Con más de 5 millones de usuarios españoles, este vehículo es la alternativa más rápida y sostenible frente al coche. Su facilidad de movimiento en los trayectos, o el ahorro de tiempo y dinero hacen que esta cifra no deje de aumentar.
Pero, además, la moto contribuye a paliar los altos índices de contaminación que sufrimos hoy en día en las ciudades ya que si cambiáramos el 10% de los vehículos motorizados por motos en España se reducirían en un 46% las emisiones de CO2 del tráfico debido a sus propias características y el hecho de que emiten alrededor de un 50% menos de gases contaminantes.
Pablo Muñoz Beltrá – Dpto. Comunicación