Ansiedad e inseguridad al volante, miedo ante determinadas maniobras, sensación de que eres incapaz de dominar el vehículo a más de 100 km/h... estos y otros síntomas, les ocurre a cerca del 30% de los que conducen de forma habitual. Los casos más graves, en los que el temor es tal que impide ponerse al volante, afectan al 6% de los conductores.
Haber sufrido o presenciado un accidente de tráfico es uno de los principales desencadenantes de este profundo miedo a conducir. Y aunque con el paso del tiempo algunas personas lo acaban superando sin necesidad de ayuda, no siempre ocurre así; y por eso, desde la Fundación CEA, te ofrecemos cinco claves para que puedas volver a coger el volante, sin nervios ni ansiedad:
- Evalúa tu grado de amaxofobia. Puedes hacerlo mediante cuestionarios especialmente ideados para conocer la intensidad del temor a conducir que se siente y si, en base a ello, se necesita tratamiento para superarlo.
- Si no te sientes capaz de conducir, empieza yendo de copiloto con personas que te hagan sentir cómodo. Esto puede hacer que tu seguridad al viajar en coche vaya aumentando progresivamente.
- Las primeras veces al volante, pide a alguien de confianza y que te haga sentir tranquilo que viaje contigo y lleva el vehículo por calles conocidas.
- A medida que tu temor vaya reduciéndose, incrementa tus metas, como conducir acompañado, pero por trayectos que no conozcas tanto, empezar a llevar el coche sin compañía por los más conocidos...
Si no eres capaz de seguir estas pautas y necesitas ayuda profesional, existen terapias y cursos especializados donde te sabrán aconsejar y te guiarán para que puedas superar el miedo a conducir.
Eugenio Aragoneses Durán - Departamento de Comunicación de CEA