Con más años de retraso de los que desde CEA nos hubiera gustado por fin el Consejo de Ministros aprobó el pasado día 16 de marzo remitir al Congreso de los Diputados el Proyecto de Ley por el se quiere modificar la ya veterana Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, que en su historia ya ha sufrido algunas otras reformas de mayor o menor calado.
La justificación de esta modificación normativa es cumplir con la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, que fija como principal objetivo en España bajar a 37 la tasa de fallecidos por millón de habitantes al finalizar la presente década, que en los últimos años ha empeorado y que actualmente se encuentra en 39 personas fallecidas por millón de habitantes. Otros objetivos estratégicos a lograr son reducir el número de personas heridas graves en un 35%, cero niños fallecidos sin sistema de retención infantil y un 20% menos de fallecidos y heridos graves entre los usuarios de motocicletas.
Por su parte la Unión Europea ha establecido para el periodo 2021-2030 en materia de Seguridad Vial el objetivo de reducir en un 50% el número de personas fallecidas y heridas graves, y avanzar ambiciosamente hacia una cifra próxima a cero en el año 2050. Para ello un pilar fundamental es el respeto a las normas de tráfico, principalmente en los aspectos relacionados con los excesos de velocidad, las distracciones, con especial atención al uso indebido de los teléfonos móviles; los cinturones de seguridad, los sistemas de retención infantil y el casco de protección.
La reforma de la Ley que ahora se debatirá en el Congreso de los Diputados va a ser en profundidad y ello es necesario porque la realidad de una movilidad rápidamente cambiante ha dejado atrás a una Ley que cuando se redactó no contemplaba nuevas modalidades como los Vehículos de Movilidad Persona (VMP), el uso del WhatsApp en los móviles o el fenómeno del Carsharing.
El carné por puntos. Un modelo agotado a revisar
Quiero centrarme en este artículo en seis principales novedades que nos va a suponer para los conductores españoles el reformado sistema del carné por puntos, que son las siguientes:
- Unifica en un plazo de dos años el tiempo que habrá de transcurrir sin cometer infracciones para recuperar el saldo inicial de 12 puntos, siempre que no se haya perdido todo el saldo.
- Sustituye la infracción grave consistente en “utilizar” mecanismos de detección de radares o cinemómetros por el mero hecho de “llevar en el vehículo” esos dispositivos. El nuevo tipo infractor mantiene la pérdida de tres puntos que se asignaba a la anterior infracción.
- Eleva de tres a cuatro los puntos a detraer por no hacer uso del cinturón de seguridad, sistemas de retención infantil, casco y otros elementos de protección. Además, incorpora como causa de la pérdida de esos puntos el hecho de no hacer uso de los mismos de forma adecuada.
- Suprime la posibilidad de que turismos y motocicletas puedan rebasar en 20 km/h los límites genéricos de velocidad en las carreteras convencionales cuando adelanten a otros vehículos.
- La superación de cursos de conducción segura, siempre que se cumplan los requisitos establecidos y se tenga saldo positivo de puntos, se compensará con dos puntos adicionales, hasta un máximo de quince puntos y con una frecuencia máxima de un curso cada dos años.
- Tipifica como infracción muy grave la utilización de dispositivos de intercomunicación no autorizados en las pruebas para la obtención y recuperación de permisos o licencias de conducción u otras autorizaciones administrativas para conducir, o colaborar o asistir con la utilización de dichos dispositivos, que será sancionada con multa de 500 euros y la imposibilidad de que el aspirante pueda volver a presentarse a las citadas pruebas en el plazo de seis meses.
Por supuesto desde CEA iremos informando puntualmente de los avances y cambios que se introduzcan en la tramitación parlamentaria de esta nueva y necesaria reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Rafael Fernández-Chillón. Presidente de CEA
