Cuando sufrimos un accidente, como con cualquier parte del vehículo, debemos realizar una revisión de las sillas o cambiarlas directamente como procederíamos con cualquier otro elemento de seguridad.
Es preciso recordar que cualquier elemento de seguridad pasiva del vehículo que se activa de forma parcial o total pierde parte de sus propiedades, lo que significa que en caso de sufrir un segundo impacto no nos protegería al mismo nivel que lo hice en el primer impacto.
Aunque suframos un impacto de pequeña magnitud, tendremos que cambiar la silla y, si sufrimos un impacto frontal a velocidad reducida, el airbag puede no desplegarse por no llegar al mínimo de impacto y velocidad para ello, en el caso de los cinturones de seguridad pueden no saltar los pretensores e incluso puede que otros elementos de seguridad aparentemente no reaccionen tras la colisión pero, todos han sufrido por pequeño que sea un impacto y no podremos realizar una prueba precisa de la situación en la que se encuentran, motivo por el cual, deberemos obrar en consecuencia y proceder a sustituir todos los elementos de seguridad incluida y principalmente, los sistemas de retención infantil entendiendo que pueden haber sufrido micro fisuras y un nuevo impacto podría ser fatal.
Cabe reparar en el hecho de que tan solo dos sistemas de seguridad pasiva no serán necesarios sustituirlos tras un impacto por pequeño que sea, son los asientos del coche y los reposacabezas.
Fundación CEA aconseja sustituir todos los elementos de seguridad pasiva del vehículo tras un impacto por insignificante que parezca.
Rosa García-Moyano. Directora general de la Fundación CEA
