En diciembre de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó su más reciente Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial, ofreciendo una visión clara y exhaustiva sobre el estado actual de la seguridad en nuestras carreteras. Si bien se han logrado algunos avances, el informe deja en evidencia la magnitud de los desafíos que aún enfrentamos para reducir de forma significativa la mortalidad en accidentes de tráfico.
Un descenso insuficiente en la mortalidad vial
El informe señala que, en 2021, 1,19 millones de personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en todo el mundo, lo que representa una disminución del 5% respecto a los 1,25 millones de muertes en 2010 (datos del Informe de la OMS).
A pesar de esta ligera mejora, todavía estamos lejos de cumplir la meta global de reducir las muertes viales en un 50% para 2030, como establece el Plan Mundial para el Decenio de Acción por la Seguridad Vial 2021-2030. De hecho, tan solo 10 países a finales de 2021 alcanzaron el objetivo fijado. No obstante, en una visión más en conjunto, durante este periodo se observaron reducciones de entre el 2% y el 48% en 109 países, casi la mitad de los cuales son de ingreso alto.
Usuarios vulnerables: el grupo más afectado
El documento hace hincapié en que los usuarios más vulnerables de las vías (peatones, que representan el 21% de las muertes; ciclistas el 5% y motoristas el 30% de los fallecidos) siguen siendo los más afectados, representando más de la mitad de todas las muertes por accidentes de tráfico. En entornos urbanos, este porcentaje es aún mayor, lo que manifiesta la urgencia de crear infraestructuras más seguras y adaptadas a sus necesidades.
De hecho, en 2019, hace tan solo 5 años, los traumatismos causados por el tránsito siguieron siendo la principal causa de muerte de niños y jóvenes de entre 5 y 29 años, y la duodécima causa de muerte si tenemos en cuenta todo el rango de edad.
Desigualdades que cuestan vidas
Se subraya también una dura realidad: el 92% de las muertes por accidentes de tráfico ocurre en países de ingresos bajos y medios, donde las infraestructuras son más deficientes y la seguridad vial está, en consecuencia, menos desarrollada. En estos países, la tasa de mortalidad es hasta tres veces mayor que en las naciones más ricas, a pesar de que solo poseen el 1% de los vehículos del mundo.
Cuadro sobre proporción de la población mundial, muertes causadas por el tránsito, vías interurbanas pavimentadas y vehículos a motor matriculados, por nivel de ingreso de los países, 2021 / Fuente: Informe OMS sobre Seguridad Vial 2023.
Principales causas de los accidentes de tráfico
Las causas principales de los accidentes mortales siguen siendo las mismas: el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, y la falta de uso de medidas de protección como cascos, cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil. Lamentablemente, solo siete países cumplen con las mejores prácticas para abordar estos cinco factores de riesgo.
Cuadro sobre criterios de mejores prácticas de la OMS para legislar sobre los cinco factores de riesgo clave Fuente: Informe OMS sobre Seguridad Vial 2023
Entre los países encuestados para este informe, 162 cuentan con leyes que prohíben las distracciones al volante en general, pero suelen estar relacionadas con el uso del teléfono móvil: en 144 países está prohibido el uso de teléfonos de mano y en 35 también se prohíbe el uso de teléfonos manos libres.
Medidas urgentes para un cambio necesario
El Informe OMS 2023 deja claro que, aunque se han logrado algunos avances, el camino hacia la reducción significativa de las muertes por accidentes de tráfico es largo. Sin embargo, con el compromiso de todos los actores involucrados, podemos avanzar hacia un futuro en el que las carreteras sean espacios más seguros para todos. La seguridad de los usuarios más vulnerables, las mejoras en las infraestructuras y la implementación de leyes más estrictas son esenciales para avanzar hacia un futuro más seguro en las carreteras.
Belén Cordón Díaz del Río - Directora Comunicación CEA