Caer al agua estando dentro de tu coche es una escena que únicamente estamos acostumbrados a ver en las películas, por lo que, no nos inquietamos al verlo porque no nos imaginamos implicados en una situación similar; de pensar en estarlo, creemos que salir del mismo es fácil porque así lo hemos visto en infinidad de ocasiones en el cine; pero ¿Qué crees que pasaría si nuestro coche se hunde con nosotros dentro?
Los problemas provocados por las inundaciones repentinas o la posibilidad de caer a un lago, río o incluso al mar es un contexto en el que probablemente muy pocos conductores tengamos que hacer frente. Llegados a este punto, ¿crees que serías capaz de salir airoso ante este percance?
Abrir la puerta cuando el vehículo se encuentra sumergido es prácticamente imposible, la presión del agua ejerce tal magnitud que supera el límite de la fuerza humana. Si deseas sobrevivir, la clave está en mantener la sangre fría, actuar con rapidez y seguir las recomendaciones que desde CEA te ofrecemos:
¿Cómo escapar del coche cuando se hunde en el agua?
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No quitarse el cinturón de inmediato: El cinturón de seguridad únicamente podremos quitárnoslo en el momento de escapar. De lo contrario, el agua que haya entrado en el interior del vehículo puede desplazarnos, haciéndonos más complicado acceder a las puertas.
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Abrir la puerta: Si es posible, nos parece infinitamente más recomendado que tratar de romper los cristales de las ventanillas del coche. Es preciso hacerlo lo más rápidamente posible para evitar el bloqueo, al igualarse la presión interna y externa. Lo ideal es hacerlo antes de que el coche se hunda completamente. Recuerda que entrará el agua de golpe, por lo que hay que estar preparado para salir en ese momento.
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Utilizar la ventanilla: Como hemos mencionado en el punto anterior, esta opción la consideramos viable si nos es imposible salir por la puerta del coche. Primero intentaremos abrirla, y si no responde, no tenemos más remedio que romperla. Si no disponemos de una herramienta especial para ello, lo haremos con el codo o el talón. En cualquier caso, siempre lo intentaremos por las ventanillas laterales y no por el parabrisas el cual, debido a la presión a la que le somete el agua, es prácticamente imposible de romper.
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Quitarse la ropa: Desnudarse antes de salir, especialmente de los zapatos y los pantalones. El objetivo es encontrarse lo más cómodo posible para nadar, además de evitar que la ropa se enganche peligrosamente provocando un fatídico final.
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Salida organizada: Si hay más gente con nosotros en el vehículo, debemos coordinar con ellos la evacuación del coche antes de salir. De este modo, conseguiremos poner a salvo a todos los ocupantes.
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Nadar: Una vez se haya logrado con éxito los puntos anteriores, lo último que nos queda es ponerse a salvo nadando hacia la superficie. En caso de estar desorientados, por aguas sucias o poca claridad, seguiremos a las burbujas ya que siempre van hacia arriba.
Rosa M García Álvarez – Directora de Comunicación CEA