Ciertamente la inestabilidad en los ciclos legislativos tiene una nefasta consecuencia en la mejora de la seguridad vial y en la consecución de una movilidad sostenible: todo se para y el nuevo curso político suele suponer, casi siempre, un volver a empezar con nuevos diputados, senadores y cargos públicos responsables de estas materias.
Nos toca votar en las elecciones generales y, casi de inmediato, en las municipales y en las europeas; y nuestro voto, como conductores o como peatones, es muy importante ya que es mucho lo que nos jugamos de cara a la mejora de nuestra calidad de vida.
Recomiendo y conviene hacerlo, leer todo lo que las diferentes opciones políticas nos ofrecen sobre temas como: la reducción de los accidentes de tráfico, la mejora de nuestras carreteras, las ayudas a la renovación del parque móvil, la fiscalidad sobre los combustibles o las medidas para la protección del medio ambiente.
La norma general en los últimos años ha sido, y es lamentable, una casi nula presencia de estos asuntos en los programas electorales.
España necesita urgentemente ayudas para la renovación de un parque automovilístico antiguo, obsoleto en cuanto a medidas de seguridad activa y pasiva y sobre todo, altamente contaminante. ¿Nos ofrecen incentivos fiscales para cambiar a coches más seguros y eficientes energéticamente, y sobre todo menos contaminantes?
Por otro lado, nuestras carreteras tras años de recortes por la crisis adolecen de un mantenimiento adecuado, no sólo en el asfalto, sino sobre todo en la renovación de la señalética, tanto vertical como horizontal. ¿Van a destinar los presupuestos necesarios a este fundamental apartado de nuestra seguridad vial?
Otros aspectos fundamentales son la necesaria formación continua de los conductores con cursos especializados en escuelas de conducción homologadas, las ayudas a las víctimas de accidentes de tráfico, la lucha contra las distracciones al volante por culpa del manejo de los teléfonos móviles o la adecuación del carné por puntos que, tras doce años de su entrada en vigor ha quedado claramente desfasado en varios aspectos.
La obligación de nuestros responsables públicos es garantizar nuestra seguridad y nuestra libertad de movimientos. Son derechos constitucionales. Y queremos que nos los amplíen y no que nos los limiten o recorte. Y subir indiscriminadamente impuestos en los combustibles o a la hora de comprar un vehículo es una manera, aunque sea indirecta, de cercenar dichos derechos.
¿Me ha hecho caso y ha buscado estos temas en los programas electorales y no los ha encontrado? Si por ello se ha sentido tal vez decepcionado, no desespere y bienvenido al club.
Sólo me queda desearle que disfrute de una magnífica Semana Santa, con total seguridad en sus desplazamientos. Desde CEA estaremos las 24 horas a su servicio para ayudarle en todo lo que nos pueda necesitar.
Un cordial y afectuoso saludo.
Rafael Fernández-Chillón, Presidente de CEA.