Para conducir bien, es importante tener una buena visión ya que la vista es el sentido que más se usa al volante y es el que nos va a permitir reaccionar ante situaciones que se nos presenten.
En CEA queremos concienciar a los conductores, con respecto a la importancia de la vista al conducir, de cuidar la salud visual y realizarse exámenes de la vista con regularidad, para saber que todo está en orden.
Existen estudios que demuestran que el 29,5% de los conductores españoles, presenta deficiencia de miopía o hipermetropía. El 14% tiene dificultades de visión en condiciones óptimas de iluminación y más del 38% en situaciones de mayor oscuridad. El 44% tarda más de 20 segundos en recuperar la visión central ante un deslumbramiento y el 23,5% tiene deficiencias en la vista lateral.
¿Qué quieren decir estos problemas a la hora de conducir un coche?
La miopía o hipermetropía se corrige llevando gafas graduadas y dificultan que las personas vean con nitidez señales o marcas viales. También puede ocasionar cálculos erróneos con respecto a la distancia o velocidad a la que circulan otros vehículos y esto incrementa el riesgo de sufrir accidentes.
Las dificultades de ver con poca iluminación afectan la capacidad de adaptación y reacción del conductor, y los peores momentos son en el atardecer o amanecer. La mala visión al conducir de noche reduce la agudeza visual en un 70% y la captación de profundidad puede ser hasta 7 veces menor que en otras condiciones.
Los accidentes de tráfico nocturnos suelen ser los que tienen más alta mortalidad, y el 27,5% de los accidentes en carretera suceden con poca iluminación.
Por otro lado, los deslumbramientos también son un peligro, ya que un coche a una velocidad de 120 km/h y un tiempo de cinco segundos de recuperación, significaría 170 metros sin ver correctamente.
Las deficiencias en la extensión del campo visual del ojo afectan las intersecciones, los cambios de carril y los adelantamientos. Regularmente los atropellos a peatones se producen por problemas en la vista lateral; ésta también afecta la visión de los retrovisores, reducen el campo visual a mayor velocidad y aumentan el ángulo muerto.
Adriana Grossmann – Departamento de comunicación