Conducir conlleva riesgos que pueden desembocar en accidentes de tráfico por más que se cumplan todos los requisitos de seguridad como: ponerse el cinturón, sentarse adecuadamente, o enfocar toda la atención en la vía, en muchas ocasiones, estas acciones resultan insuficientes, por ello es importante saber qué hay que hacer en caso de accidente puesto que es una situación adversa que produce confusión y nervios.
Ante un accidente de tráfico, lo primero que debemos hacer es protegernos a nosotros mismos y proteger a todas las personas implicadas en el accidente, colocando la señalización adecuada que advierta al resto de conductores y vehículos, de la existencia del accidente y por tanto, de vehículos y personas en la calzada, de manera que la circulación por parte de los conductores sea de máxima precaución, retiraremos a ser posible, los vehículos involucrados en el accidente e intentaremos averiguar el estado en el que se encuentran las personas accidentadas.
Cabe recordar que debemos actuar con educación y transmitiendo la máxima tranquilidad posible al resto de implicados, este es un factor crucial para que los afectados no pierdan los nervios, desde la calma resultará más sencillo priorizar, en orden de gravedad, los trámites necesarios.
En el caso de que existan heridos, lo primero es señalizar la zona del accidente, acto seguido llamar a los servicios de emergencia para que les socorran con la mayor brevedad posible. Es importante recordar que no se puede incorporar a los heridos ni moverles, ni manipular sus lesiones, ya que, podemos agravar los daños u ocasionar daños adicionales al no conocer el estado interno del accidentado, por lo que, se aconseja esperar a que los servicios de emergencia se personen y les atiendan.
Una vez presentes los servicios de emergencia, nos proporcionarán un atestado y la hoja de asistencia, lo que permitirá acreditar lo sucedido, incluyendo los daños provocados y las lesiones, incluyendo a testigos y más pruebas.
En el caso de que no hubiese heridos, y no fuese necesario avisar a los servicios de emergencia, es conveniente hacerse con fotos y videos del escenario del accidente, lo que servirá como pruebas para el seguro, ya que éste requerirá la mayor cantidad posible para cubrir el siniestro.
Toda información es importante: el tipo de calzada, el estado de los vehículos, los datos de la persona o las personas implicadas… Una vez hecho el parte amistoso, es necesario cerciorarse de que todos los testigos coinciden con sus versiones y de que no existen equivocaciones que puedan provocar controversias. Si existiese dificultad de acuerdo o de cualquier otro tipo, es recomendable contactar con los agentes de tráfico, quienes elaborarán el atestado correspondiente.
Una declaración amistosa consta de los siguientes puntos:
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Fecha y hora del accidente.
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Lugar exacto en el que se ha producido el siniestro.
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Víctimas afectadas.
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Daños materiales que no tengan que ver con los vehículos implicados.
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Datos personales de los testigos que hayan presenciado el accidente.
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Datos personales de los asegurados: nombre, domicilio y teléfono.
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Datos de los vehículos involucrados: marca, modelo, matrícula o número de bastidor.
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Datos de la aseguradora y de la póliza.
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Datos personales del conductor del coche en el momento del siniestro.
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Punto de impacto de cada uno de los vehículos.
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Daños apreciados en cada vehículo.
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Circunstancias del accidente (marcar el escenario correspondiente)
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Croquis del accidente: realizar un dibujo sencillo y claro de cómo se ha producido el accidente, señalando qué vehículo es cada uno.
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Firma de los conductores.
CEA te recuerda que conducir con precaución salva vidas y evita accidentes.
Viviana Velásquez Scarano - Departamento de Comunicación