Es muy común encontrarse con vehículos cuyas luces del coche no funcionan correctamente. Como es el caso de aquellos vehículos en los que uno o varios de los faros no funcionan. Un detalle que aunque pueda no parecer grave, en realidad, influye directamente en nuestra conducción y en nuestra seguridad.
¿Por qué nuestras luces del coche son tan importantes?
El sistema de iluminación es uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo. No solo nos permite alumbrar la carretera, si no también ser vistos por los demás usuarios. De ahí que debamos preocuparnos de nuestras luces y saber cuándo es el mejor momento para cambiarlas.
Sin un sistema de iluminación apropiado y que funcione correctamente, corremos el riesgo de incrementar nuestras probabilidades de sufrir un accidente. Por un lado, porque perderemos tiempo de reacción debido a la disminución de nuestra visibilidad. Por ejemplo, cuando hacemos un largo viaje de noche y nuestras luces de carretera no funcionan como es debido, estaremos recorriendo una larga distancia en segundos sin una visibilidad 100% adecuada. Por otro lado, en caso de encontrarnos con condiciones meteorológicas adversas, si nuestras luces del coche no iluminan como deberían, podríamos ponernos en riesgo innecesariamente.
Además, cabe tener en cuenta que podemos ser multados si uno de nuestros faros de coche no funciona. Estaríamos hablando de una multa de 200 euros en caso de que estemos circulando de noche con un faro estropeado. O incluso si por un despiste nuestro, se nos ha olvidado activar las luces del coche. Si bien actualmente muchos vehículos disponen de un sistema de iluminación inteligente, debemos asegurarnos de que una vez las condiciones de visibilidad son menores, nuestros faros estén encendidos.
Consejos a la hora de cambiar las luces del coche
Si quieres evitar una multa por tener las luces del coche estropeadas o mejor aún, evitar incrementar el riesgo de accidente, lo ideal es que tengas en cuenta estos tres consejos:
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Cambiar las luces del coche al mismo tiempo: Es decir, es mejor que cambiemos todas bombillas a la vez. Esto nos evitará que la iluminación de los faros sea irregular y que uno emita más cantidad de luz que otro. Así, nuestro sistema de iluminación estará en pleno rendimiento y podremos tener nuestra zona de visión bien iluminada, sobre todo en los límites del haz de luz. Y del mismo modo, no nos veremos obligados a forzar la vista.
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Cambiar el sistema de iluminación cada dos años: O tras haber recorrido 40.000 km en caso de realizar viajes largos durante el año.
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Limpiar los faros del coche regularmente: Puesto que la suciedad en nuestras luces del coche puede también empeorar su función. El sistema de iluminación del vehículo debe de limpiarse al igual que el parabrisas o los retrovisores del coche.
Ya lo sabes, estate pendiente de tu sistema de iluminación y vigila siempre que tus luces del coche funcionen perfectamente. Realizarás una conducción más segura y evitarás riesgos innecesarios y posibles sanciones económicas.
Beatriz Martínez Larrucea – Departamento de Comunicación CEA
