Todos sabemos que la conducción bajo los efectos del alcohol es peligrosa. Sin embargo, son pocos los conductores que son conscientes del riesgo al que se exponen cuando conducen de este modo. El alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicados en los accidentes de tráfico.
Es una sustancia muy consumida en nuestro país y según las encuestas, un 42% de los conductores españoles beben y conducen alguna vez. Por ello, a efectos físicos de seguridad, el uso del test de alcoholemia mediante instrumental especializado como el etilómetro o el alcoholímetro es muy necesario para prevenir y reducir el número de víctimas mortales.
¿Conoces las diferencias entre estos dispositivos?
Antes de hablar de ellos, vamos a destacar unos aspectos clave que están directamente relacionados con los dispositivos:
La tasa máxima de alcoholemia permitida en aire espirado en España, que se aplica a todos los conductores en general, incluidos los ciclistas, es de 0,25 mg/l en aire espirado (0,5 g/l de alcohol en sangre). En el caso de conductores profesionales y noveles se reduce a 0,15 mg/l en aire espirado (0,3 g/l de alcohol en sangre).
Tras un test de alcoholemia, el conductor tiene derecho a solicitar una repetición de la prueba con un intervalo de 10 minutos. En el caso de no estar de acuerdo con los resultados tras la repetición de la prueba, podría pedir una analítica de sangre, teniendo en cuenta que si diese positivo se vería en la obligación de acarrear con los gastos de la misma.
Si se supera la tasa de alcoholemia, dependiendo de la gravedad de la infracción y de la ingesta de alcohol del sujeto, podría tratarse de un delito penal o verse sancionado con una infracción administrativa.
El etilómetro y el alcoholímetro
Volviendo al tema principal, estos dos dispositivos sirven para medir el nivel o concentración de alcohol en el aire espirado mediante una boquilla desechable. Los resultados del test están condicionados a la cantidad de alcohol que haya tomado el sujeto que está siendo examinado. Los dos dispositivos son muy precisos, prácticamente no cuentan con margen de error.
En cuanto a las diferencias, el etilómetro es un dispositivo más desarrollado que el alcoholímetro. El alcoholímetro es el instrumento que utilizan los agentes de tráfico en los controles de alcoholemia. Es el dispositivo portátil por el que soplamos desde el interior del vehículo, que mediante un sensor de gas mide el tanto por ciento de alcohol en sangre de quien que lo sopla.
Tipos de alcoholímetro
Existen los alcoholímetros de vending, personales y profesionales. Los personales los utilizan los usuarios que quieren conocer su propia tasa de alcoholemia para determinar si deben conducir o no. Los profesionales se usan en centros de desintoxicación, en el ámbito policial, en empresas, etc.
En cuanto al etilómetro, es el dispositivo que se utiliza cuando se va a proceder a realizar la denuncia en caso de haber dado positivo tras la primera prueba de alcoholemia. En estos casos, es necesario realizar una segunda prueba de la que se encarga el etilómetro, un alcoholímetro de mayor precisión.
El etilómetro es un maletín que encontraremos en las furgonetas de atestados presentes en los controles de alcoholemia. En estas furgonetas se realizan las segundas pruebas en las que se sopla a través de un tubo más grande que determinará la tasa de alcohol en el aliento del conductor.
Este maletín, además de realizar el control de alcoholemia con mayor precisión, proporciona un ticket en el que incluye la tasa de alcoholemia, los datos del conductor, la hora y la fecha. Estos datos se adjuntan posteriormente a la denuncia o al expediente judicial.
¿Por qué en los controles analizan antes el alcohol en el aliento en lugar de en la sangre?
En ambos métodos el nivel de fiabilidad es idéntico, pero existen varias ventajas en estos dispositivos frente a los análisis de sangre u orina. La prueba del alcoholímetro o etilómetro es más sencilla, segura y rápida. Los resultados se obtienen de forma inmediata y la muestra es inalterable y mucho más económica.
Cuando un sujeto solicita la prueba del análisis sanguíneo tiene que ser consciente de que prácticamente al 100% confirmará lo que ya le han dicho los dispositivos. Además, en caso de volver a obtener un resultado positivo, el sujeto tendrá que pagar la prueba además de la sanción.
¿Es legal el uso particular del alcoholímetro?
La respuesta es sí. Es un método informativo y preventivo que nos puede ayudar a no cometer una infracción. Esto no quita que siempre prevalezcan los resultados del dispositivo de un agente en el caso de que contradigan los nuestros, en ningún caso se podrá utilizar nuestro aparato personal como justificante en nuestra propia defensa.
Viviana Velásquez Scarano - Departamento de Comunicación