La gasolinera es un lugar de obligatorio paso para cualquier conductor en sus desplazamientos diarios. En función del tipo de vehículo y de la capacidad de su depósito, las visitas a las estaciones de servicio serán más o menos frecuentes y de momento los únicos que se libran de esta operación son los propietarios de coches eléctricos. Por lo tanto, es muy importante conocer las normas de seguridad en estos lugares y las cosas que nunca se deben hacer.
El acceso y la posición
Lo primero para tener en cuenta es el acceso a la estación de servicio. En muchas ocasiones se viene de circular por autopistas y autovías a velocidades bastante elevadas, por lo que es muy importante reducir la marcha. Adecuar la velocidad es clave para evitar posibles atropellos, no hay que olvidar que en las gasolineras suele haber gente estacionada y entrando y saliendo del establecimiento.
Desde el momento de la entrada tendremos que tener en cuenta una cosa: en qué lado está el tapón del depósito en el coche. Hay que tenerlo claro para posicionarse en el surtidor correcto y que no haya que pasar la manguera por encima o mover el vehículo. Suele ser algo que se hace de manera automática por la experiencia, pero suele costar cuando no es el coche propio. ¿Un truco? Mira la flecha junto al icono del surtidor.
No dejes el motor ni las luces encendidos
Es una de las normas principales. Cuando se haya estacionado el coche y se vaya a proceder a repostar hay que apagar las luces y quitar el contacto. Es importante que no haya nada encendido en el coche (ni siquiera la radio) porque la electricidad se lleva mal con todo lo relacionado a una gasolinera. Los vapores que emana el combustible son altamente inflamables y hasta la chispa más mínima puede originar un accidente.
Aunque son casos extremos, también ha habido algún que otro percance por la electricidad estática generada por la vestimenta de la persona. Las probabilidades son menores, pero para prevenirlo siempre es recomendable tocar alguna superficie metálica antes de repostar para descargar esa electricidad generada.
Prohibido fumar
Si ya hemos advertido que cualquier chispa causada por la electricidad puede causar un accidente en una gasolinera, ya no hablemos de una fuente de calor. Fumar está terminantemente prohibido en estos lugares por pura lógica. El contacto de los vapores de la gasolina con un cigarrillo o con un encendedor puede tener consecuencias fatales.
No utilices el Móvil
Otra de las acciones que prohíbe la ley durante el repostaje es el uso del teléfono móvil. Por mucho que repostar combustible sea un acto sencillo y que dura unos pocos minutos, hay que darle la importancia que tiene. Poco importa que lo hayas hecho miles de veces, requiere de tu total atención. Estar pendiente del teléfono, ya sea en una conversación o mandando mensajes puede dar como resultado un despiste con graves consecuencias.
No te equivoques de combustible
Puede ser un consejo muy lógico, pero todavía se dan muchos casos de gente echa gasolina en un coche diésel (o viceversa). Para no equivocarse al echar combustible basta con estar atento y fijarse en las señales, en la mayoría de los vehículos lo pone en la parte trasera de la tapa del depósito. Suele ser más difícil repostar un coche de gasolina con diésel, pues la manguera es más ancha y no entra en el hueco. En todo caso, si sucede la equivocación y nos damos cuenta a tiempo, es importante no arrancar el coche hasta no solventar el problema.
Eugenio Aragoneses Durán - Departamento de Comunicación de CEA
