Cuando hablamos de velocidad hay que tener en cuenta diversos factores que entran en juego a la hora de conducir un vehículo. La numerosa información que manejamos en las carreteras o en las ciudades en las que circulamos, siempre son de buena ayuda si logramos respetar las indicaciones de tránsito. Asimismo, también hay que tener en cuenta que pisar el acelerador no es un gran consejo y que puede jugarnos en contra si no estamos preparados.
Un informe realizado por el Colegio de Optometristas a través de su revista exterioriza que cuando se circular a una velocidad muy alta, el ángulo de visión que disponemos es mucho menor. Por esta razón es que, en los siguientes puntos expondremos la visión periférica que poseen las personas cuando manejan con gran rapidez.
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A 35 km/h el ángulo de visión es de 104°. Es decir, somos capaces de ver y detectar objetos, señales y otros vehículos.
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A 65 km/h el enfoque quedaría reducido a 70°, de manera que el tramo de vía que somos capaces de observar cambiaría ampliamente.
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A 100 km/h la visión baja hasta los 42°, lo que impide la visión a elementos que están muy cercanos al automóvil.
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A 130 km/h se origina el efecto túnel, lo que limita la visión al 30°. No se pueden observar objetos exteriores a ambos puntos de la vía.
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A 150 km/h se ocasiona el cataclismo perceptivo. Esto radica en la pérdida de visión periférica que impide valorar positivamente las distancias y velocidades del vehículo.
Estos datos son de gran ayuda, y realmente necesarios para saber cual es la velocidad con la que debemos conducir cuando estamos circulando con el automóvil. Sin embargo, si no las respetamos repercute directamente en nuestra capacidad visual, lo cual se encontrará recortada, provocando despistes y errores que pueden desencadenar en un accidente de tráfico.
Además, en muchos casos también nos topamos con automovilistas que optan por no respetar las señales de tráfico y límites de velocidad impuestos. En la actualidad, las personas no son conscientes de la rapidez y los trayectos que recorren los coches a esas velocidades, por lo que se aconseja conducir con mucho cuidado y atención cuando se está al volante.
¿Cómo podríamos reducir los riesgos en accidentes de tráfico?
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Ajustar la velocidad del vehículo a las condiciones de las carreteras.
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Respetar al resto de conductores que circulan en la carretera es un punto fundamental.
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Mantener una distancia de seguridad correcta con respecto a los demás vehículos.
Estos puntos son una parte esencial que hemos de apuntar si vamos a circular, ya sea por diversas ciudades o carreteras españolas. La prudencia en la velocidad, como también en la seguridad vial, y el respeto por las demás personas, son referencias claras para ser un conductor profesional al volante.
Rosa M García Álvarez – Directora de Comunicación
