Según una denuncia de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), algunos de los coches híbridos de gran potencia y que tienen etiqueta ECO -funcionan con una mezcla de gasolina y electricidad o autogás- contaminan más que otros coches con etiqueta C, que funcionan con gasolina, pero son más modernos.
Después de saber esto, la OCU pide que se realice nuevamente una clasificación con etiquetas que esté basada en la contaminación real de los coches y no en la tecnología del motor. El sistema de etiquetas fue ideado por la DGT y sirve para diferenciar a los coches más contaminantes de los menos contaminantes. Por el momento solo ha sido práctico en los protocolos anti-contaminación de Madrid, pero es vital para el funcionamiento de Madrid Central.
Tipos de Etiquetas
Existen cuatro tipos de etiquetas, la B que es para coches nuevos de diésel o antiguos de gasolina y son calificados como los más contaminantes. La C, para los coches más nuevos que funcionan con gasolina; la ECO para los híbridos y la O para aquellos vehículos que sean eléctricos.
Según la OCU, muchos de los nuevos coches microhíbridos o mild-hybrid y que tienen la etiqueta ECO, contaminan más que algunos vehículos con etiqueta C, de diésel y gasolina, considerados como los más contaminantes.
Un estudio que realizó la OCU y se publicó en junio en su revista OCU-Compra Maestra, indica que los coches microhíbridos tienen motores de combustión al que añaden un sistema eléctrico de 48V, y ahorra un 10% de combustible, es decir, tiene una reducción del 10% de emisiones contaminantes de CO2, micropartículas y NOx.
Aunque se reduzca un 10% de contaminación gracias al sistema microhíbrido, estos suelen ser coches grandes, potentes y con un grado alto de contaminación, y esto sigue haciéndolos más contaminantes que coches con etiqueta C que tengan motores con poca potencia.
Además, estos vehículos tienen la etiqueta ECO porque cuentan con un pequeño sistema eléctrico auxiliar, y no debería ser suficiente ya que la reducción de emisiones es muy escasa. Por lo tanto, OCU denuncia que es un sistema injusto, porque está basado en las tecnologías del motor y no en las emisiones reales de los vehículos, y si bien el sistema de etiquetados fue un buen primer paso, ellos dicen que se debería realizar correctamente.
Adriana Grossmann – Departamento de Comunicación
