Los semáforos son elementos principales en la conducción y en la seguridad de una sociedad. Ellos, junto a las señalizaciones, ayudan a que las vías sean un lugar seguro y de entendimiento entre conductores y peatones, respetando el tiempo y espacio de cada uno, y por supuesto, ayudando a que no haya accidentes y/o atropellos.
Como bien sabemos, el semáforo está compuesto por tres luces: verde, ámbar y rojo; las cuales tienen una función específica y clara. Sin embargo, el color ámbar suele traer confusión entre los conductores, y por ende posibles siniestros, cuando su luz está en intermitente porque no queda clara para los conductores, su función.
¿Qué significa la luz amarilla intermitente en un semáforo?
La luz amarilla de un semáforo indica principalmente precaución, pero su significado exacto dependerá de si esta está en intermitente o no.
Cuando la luz ámbar es fija, quiere decir que los conductores de vehículos deben detenerse como si se tratara de un semáforo en rojo; en cambio, cuando la luz está intermitente, no prohíbe el paso pero sí que crucen con precaución. Esta modalidad de la luz intermitente funciona muy bien al momento de agilizar el tráfico en las ciudades.
El problema surge cuando la luz ámbar parpadeante coincide en un paso de cebra con la luz verde de los peatones, produciendo una situación peligrosa para los viandantes, ya que aumenta el riesgo de atropello.
Cabe acotar, que esta modalidad ha causado accidentes de tráfico y atropellos por la falta de precaución de los conductores, ya que, a pesar de que está el semáforo en ámbar intermitente y por ley deben tener cuidado, para algunos conductores es como si estuviera en verde y pasan sin más.
España, es de los países europeos que siguen manteniendo esta modalidad a pesar de los datos de atropello del 2020: 35 personas murieron por esta causa y 198 fueron hospitalizadas por atropello. Es por eso que la DGT ha planteado la eliminación de la luz ámbar en puntos clave que puedan ser peligrosas para los peatones.
La DGT aclaró que la idea no es eliminar la luz ámbar intermitente de todos los semáforos existentes, sino de aquellos que generen riesgo para los viandantes y pueda ocasionar atropellos. Por ejemplo, una solución es no colocar este tipo de semáforos en tramos fuera de intersecciones ni en aquellos que tengan giros a la derecha para los vehículos en vías con más de un carril. En estos casos, la idea es que la luz verde para el peatón coincida con la luz roja del conductor durante todo el tiempo del cruce.
Definitivamente, hay puntos conflictivos donde conviven estas dos luces que hace que esta modalidad no sea segura para los peatones, sobre todo cuando hay dos vías y no todos los conductores tienen la visión completa para saber si hay peatones cruzando o no.
Por eso, desde CEA, creemos que toda medida que ayuda a mejorar y garantizar la seguridad vial de todos los involucrados en las vías, es bien recibida, por lo menos para estudiarla y considerar los riesgos y desventajas para cada uno de los participantes.
Mientras tanto, lo que si podemos estar seguros y que debe cumplirse, es respetar las luces del semáforo, seamos conductores o peatones, y no cruzar sin tener la seguridad de que no hay nadie cruzando al mismo momento que tú. Cuando te encuentres en un semáforo cuya luz ámbar está en intermitente, desacelera y no cruces el paso de cebra hasta estar seguro de que no hay nadie con intenciones de cruzar.
Viviana Velásquez Scarano - Departamento de Comunicación
