Según tú, ¿cuál es la principal función que tiene el claxon? En realidad, no es otra que la de avisar en caso de que exista algún peligro. Pero ¿según tú? Los conductores usamos el claxon con ese fin. La respuesta seguramente sea no.
Tras lo que en el pasado entendimos que se trataba de meros anuncios de tipo globo sonda, ahora nos encontramos con que parece que numerosos ayuntamientos de España no renuncian a sus polémicas ideas y se han puesto en marcha para ejecutar severos planes para castigar el uso del vehículo privado, con medidas como la eliminación de miles de plazas de aparcamiento, el anuncio de la implantación de un canon por circular en las ciudades, la creación de aparcamientos disuasorios por su incomodidad y la casi imposición del uso de la bicicleta, entre otras.
Si los automóviles y la movilidad han cambiado brutalmente en los últimos 30 años, eso no va a ser nada comparado con cómo lo van a hacer en los próximos 10 años. Los coches eléctricos ya están en el mercado y no van a dejar estarlo.
A pesar de las ventajas que ofrecen los coches eléctricos, especialmente con respecto a la contaminación, la realidad es que su uso no termina de asentarse. De hecho, en 2016 se registraron un total de 19.037 vehículos eléctricos, es decir un 0.07% del parque automovilístico español. El posible escenario en el que dejamos el coche de combustión aparcado, definitivamente, queda todavía muy lejos.
La contaminación se vuelve un problema creciente para las grandes ciudades. Cada vez hay más coches y pese a que ya ha comenzado la transición hacia los vehículos eléctricos, la realidad es que aun queda camino por recorrer en este sentido.
La limitación de espacio en el transporte público ha ocasionado un aumento del uso del vehículo privado en los traslados al trabajo. Aunque la circulación en nuestras ciudades sigue siendo baja, la DGT confirma que el primer día de la fase 0 de desconfinamiento, se registró un aumento de la circulación respecto al lunes anterior.
Los ciudadanos que vivimos en Madrid estamos perplejos con el paulatino deterioro de la movilidad que está sufriendo nuestra ciudad: los transportes públicos están cada vez más colapsados y resultan lentos e incómodos; y moverse en transporte privado es cada vez más complejo dada la alta cantidad de trabas, voluntarias o no, que se nos impone desde el Ayuntamiento.
