Los neumáticos “todo tiempo”, más conocidos como “all season”, son aquellos que pueden usarse en cualquier estación del año. A diferencia de otro tipo de gomas, los “todo tiempo” son polivalentes y reúnen las características óptimas para conducir con sol, lluvia o nieve.
Tanto en invierno como en verano, este tipo de neumáticos ofrece la ventaja de no tener que cambiar cada vez que las inclemencias meteorológicas lo exigen. O al principio o final de temporada.
Son muy útiles, sobre todo en las regiones donde los cambios de estación no son acentuados y se disfruta del clima de las zonas templadas. En este caso, en los meses cálidos los neumáticos resultan efectivos. En invierno pueden usarse con tranquilidad, siempre y cuando el terreno no tenga mucha nieve.
Debido al clima que tenemos en España, estos neumáticos se adecuan bien a las necesidades de los usuarios, ya que no sufrimos bajas temperaturas, como en los países nórdicos, durante largos periodos de tiempo. Y en época estival, los “all season” se adaptan bien a las temperaturas de verano.
Los neumáticos de invierno se caracterizan por la profundidad del dibujo su perfil. Además de por la resistencia de su material, que no endurece cuando las temperaturas descienden por debajo de los 7 ºC. Los “all season” también mantienen su rendimiento por debajo de esa temperatura. La tracción, adherencia y frenado son óptimos en condiciones adversas. Pero cuando la conducción sea para un uso frecuente en alta montaña, se aconseja utilizar los neumáticos de invierno.
Rosa García-Moyano. Directora de Comunicación