Son muchos los accidentes de tráfico que se producen por excesos de velocidad hoy día. Se trata de uno de los factores determinantes que hacen que aumente el número de fallecidos en las carreteras. La velocidad está implicada en un tercio de los accidentes en los países desarrollados, mientras que llega hasta la mitad en aquellos que están en vías de desarrollo.
Los conductores que exceden los límites de velocidad se encuentran entre un 40-50 por ciento, lo que supone que la mitad de la población sobrepasa los límites de velocidad estipulados. Esto se traduce en un grave riesgo para seguridad vial y del resto de conductores los cuales se encuentran expuestos en las carreteras.
No solo corren riesgos los conductores de carretera a la hora de exceder los límites de velocidad, sino que en aquellas vías urbanas donde los automóviles sobrepasan la velocidad estipulada también tienen probabilidad de sufrir daños los peatones. Estos tienen hasta un 90% más de probabilidades de sobrevivir a un accidente de tráfico por atropello si el vehículo va a una velocidad de 30km/h o menos, mientras que si el automóvil supera los 45km/hora o más la probabilidad que tiene de vivir es menor del 50%.
Con ello, queda claro que los excesos de velocidad son uno de los principales motivos por los que se suceden accidentes de tráfico hoy día. Por ello, desde CEA te contamos por qué ir despacio es beneficioso para todos y ayuda a salvar vidas y evitar siniestros.
Beneficios de reducir la velocidad conduciendo
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El conductor mantiene el control del vehículo y no al contrario.
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Cuenta con mayor tiempo de reacción y frenado.
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Se puede anticipar a peligros inminentes.
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Seguir los límites de velocidad hace que las posibilidades de no sufrir un accidente sean mayores, y si se diese el caso, las probabilidades de que sea mortal disminuyen.
El informe y estudio “Velocidad y Usuarios Vulnerables” elaborado por la Fundación Mapfre habla de que siete de cada diez conductores no respetan los límites de velocidad interpuestos en zonas de frecuente paso de peatones, entre ellos, niños y ancianos.
¿Sabes que un choque a 50km/h se asemeja y equivale a caer desde un sexto piso? Así que de hacerlo a 120 km/h, equivaldría a una caer desde la planta 24, a una altura de 57,6 metros. Es decir, a mayor velocidad, el impacto es significativamente más grande, teniendo como consecuencia lesiones más graves para los ocupantes del vehículo.
Porque ir despacio y reducir la velocidad puede salvar vidas, desde CEA te recomendamos respetar los límites de velocidad interpuestos, y extremar las precauciones en vías urbanas donde niños y ancianos se encuentro expuestos en mayor medida, como zonas de colegios, parques o institutos.
Rosa M García Álvarez - Directora de Comunicación CEA