La distancia de seguridad es aquella separación que hay que dejar con respecto al vehículo que va delante de nosotros; si ésta es adecuada, permite evitar choques si llegasen a haber frenazos bruscos o imprevistos.
La DGT recuerda un truco para poder mantener la distancia de seguridad, y es llevar a cabo la “regla del cuadrado”.
Ésta se aplica eliminado la última cifra de la velocidad a la que se circula y luego multiplicar el número restante por sí mismo; es decir, si la velocidad es 80 km/h, se elimina el cero, y el 8 se multiplica por sí mismo, el resultado es 64 y estos son los metros que hay que dejar con respecto al vehículo que está delante de nosotros.
Algunos ejemplos de distancia de seguridad en “carreteras secas”:
- Si la velocidad es de 50 km/h, la distancia de seguridad sería 5x5 = 25 metros
- Si la velocidad es de 90 km/h, la distancia de seguridad sería 9x9 = 81 metros
- Si la velocidad es de 100 km/h, la distancia de seguridad sería 10x10 = 100 metros
- Si la velocidad es de 120 km/h, la distancia de seguridad sería 12x12= 144 metros
Esta regla no aplica si la carretera está mojada, en ese caso se debería dejar el doble de distancia por prevención a la hora de frenar.
La DGT también explica que, para evitar un choque son necesarios por lo menos dos segundos de diferencia entre los coches. Para calcular esto se puede elegir un punto fijo en la carretera y pronunciar 1101, 1102, etc. Si el asfalto está mojado, dos segundos pueden no ser suficientes para evitar un choque, por lo tanto, la diferencia debería ser alrededor de tres o más segundos.
Si los conductores no respetan la distancia de seguridad, pueden ser sancionados con una multa de 200 euros y perder cuatro puntos en el carné de conducir.
Adriana Grossmann – Departamento de Comunicación
