Ir en coche y tratar de adelantar a un ciclista, lamentablemente es una maniobra que suele acabar en un accidente de tráfico. Según los datos de la DGT, en 2019 murieron 40 personas que circulaban en bicicleta por carreteras españolas, cuatro personas más que en 2018.
El artículo 85.4 del Reglamento General de Circulación dice lo siguiente: “Cuando se adelante fuera de poblado a peatones, animales o a vehículos de dos ruedas o de tracción animal, se deberá realizar la maniobra ocupando parte o la totalidad del carril contiguo de la calzada, siempre y cuando existan las condiciones precisas”.
“La separación lateral no será inferior a 1,50 metros, Queda expresamente prohibido adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas que circulen en sentido contrario”.
La norma está muy clara y en caso de que no se cumpla, la legislación contempla este tipo de infracciones como graves, por lo tanto, suponen una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir.
Asimismo, el artículo 22 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial dice que las bicicletas pueden circular en grupos, es decir, cuando se conduce un coche, debe existir una distancia de seguridad, en caso de que si hay que frenar, así sea bruscamente, al otro conductor le de tiempo de frenar también sin colisionar, teniendo en cuenta la velocidad y las condiciones de adherencia y del frenado. Sin embargo, a los conductores de bicicleta se les permite circular en grupo, extremando la atención a fin de evitar alcances entre ellos.
Entonces, con respecto a cómo adelantarlos, el artículo 25 dice: “Cuando los conductores de bicicleta circulen en grupo, serán considerados como una única unidad móvil a los efectos de la preferencia de paso, y serán aplicables las normas generales sobre la preferencia de paso entre vehículos”.
Lo más aconsejable es que cuando el coche esté estacionado y vayamos a salir de éste, apliquemos siempre la maniobra holandesa, es decir, abrir la puerta del coche con la mano contraria; ya que esto nos obliga a girar el tronco y así podemos ver por la ventanilla si alguien o algún ciclista viene y evitaremos golpearle con la puerta al abrir.
Con esta maniobra se evita que actuemos de forma inconsciente y ciega, más bien, ayuda a que estemos pendientes de nuestros movimientos y así podamos ver si viene un ciclista o un grupo de ciclistas y les golpeemos de forma involuntaria ocasionando accidentes.
También es cierto que, para mejorar la seguridad de los ciclistas, se debería aumentar la seguridad de las rutas ciclistas protegidas, ésta fue una medida llevada a cabo en 2017 dentro del plan de actuación de la DGT, donde se contemplan 138 trayectos, en los que las autoridades vigilan el cumplimiento de la separación lateral en los adelantamientos, los excesos de velocidad y las maniobras que no sean adecuadas y atenten en contra de la convivencia entre ciclistas y conductores.
Rosa García-Moyano. Directora de Comunicación
